Historia de Bulgaria

 

Existe evidencia arqueológica de que el territorio de la actual Bulgaria fue poblado en el paleolítico medio (entre el 100.000 y el 40.000 a.C.). En el neolítico aparecieron comunidades agrícolas y tribus tracias que habitaron las tierras en la Edad de Bronce. Aunque los tracios fueron o bien expulsados o absorbidos por las colonias griegas, persas y romanas, todavía hoy se aprecian huellas de su cultura en monumentos dedicados al culto del caballo y en una tradición de mímica que sobrevive en el sur del país. En los tiempos de Roma, Bulgaria fue dividida en las provincias de Moesia y Tracia y era atravesada por la principal ruta terrestre hacia oriente medio.

El territorio de Bulgaria fue ocupado en los siglos VII y VI d.C. por la gran inmigración de eslavos que se expandió entre el Danubio y el mar Egeo. Los pueblos originarios tracios e ilirios fueron en parte expulsados y el resto se integró en los invasores. Los eslavos no tenían gobierno central; organizados en pequeñas comunidades, labraban la tierra.

Los búlgaros llegaron a la región a fines del siglo V entre las tribus no europeas que siguieron a la devastadora invasión de los mongoles liderados por Atila. Fieros luchadores a caballo, que vivían sobre todo de la guerra y el saqueo, se asentaron temporalmente en las estepas situadas al norte del mar Negro y al noreste del Danubio.

Algunas tribus desaparecieron y otras fueron esclavizadas por los turcos. Las dirigidas por Kubrat permanecieron en esa región hasta mediados del siglo VII. Presionados por los kazaros, tuvieron que cruzar el Danubio hasta Moesia, entonces provincia del Imperio Bizantino. El emperador Constantino IV reconoció formalmente el estado búlgaro en el año 681.

A través de numerosas campañas contra los bizantinos, las tropas búlgaras ganaron nuevos territorios hacia el sur y llegaron a sitiar Constantinopla. Con la llegada de los magiares, a fines del siglo IX, los búlgaros abandonaron el norte del Danubio e incluso la mitad sur de la cuenca del río quedó deshabitada, a causa de los ataques y saqueos de tribus extranjeras.

Roma se negó a designar un patriarca nacional, mientras que el patriarca de Bizancio reconoció la independencia de la Iglesia Búlgara, que sirvió para consolidar el poder del reino. Con Simeón (893-927), el estado búlgaro extendió sus dominios hasta el Adriático e incluso sometió a los serbios, convirtiéndose en el reino más poderoso de Europa oriental.

A la muerte de Simeón, el poder búlgaro comenzó a declinar debido a las disputas internas de la nobleza, a la oposición campesina y a nuevos ataques del exterior. En el año 1014, Bulgaria perdió todos sus territorios, que por más de 150 años quedaron en manos de Bizancio. Después de una insurrección general, que tuvo lugar en 1185, la región norte de Bulgaria recuperó su independencia.

Bulgaria se fortaleció de nuevo durante el reinado de Iván Asen II (1218-1241), que gobernó sobre Albania, Epiro, Macedonia y Tracia, pero ninguno de sus sucesores fue capaz de imponer una autoridad centralizada ante las tendencias centrífugas del feudalismo.
En 1393, la última ciudadela fue arrasada y el Estado búlgaro quedó sometido a los turcos otomanos.

El Imperio Otomano comenzó a declinar en los siglos XVII y XVIII, después de las guerras con Austria y el fracasado sitio de Viena. A comienzos del siglo XIX, Bulgaria era desconocida en Europa, pese a la participación de voluntarios búlgaros en las insurrecciones de Serbia y Grecia. El antiguo estado búlgaro fue invadido por Rusia en 1810 y 1828.

En ese largo período, la conciencia búlgara se conservó en la lengua, que permaneció intacta, en la música y las leyendas folklóricas. Bajo la dominación turca, la Iglesia griega asumió el liderazgo religioso y suprimió el patriarcado independiente. Por esta razón, los monjes búlgaros estuvieron entre los precursores del movimiento de liberación nacional.

Después de luchar unos 40 años por la recuperación de su independencia, en 1870 la iglesia búlgara consiguió que el sultán la autorizara a crear un exarcado con 15 diócesis en su jurisdicción. El primer exarca y sus sucesores fueron declarados cismáticos y excomulgados por el patriarcado griego, lo que contribuyó aún más a fortalecer el nacionalismo búlgaro.

Desde 1876, una sucesión de rebeliones de los búlgaros fueron cruentamente aplastadas. Algunos voluntarios búlgaros integraron los ejércitos de Serbia y Rusia, que entraron en guerra con el imperio. En el Tratado de San Stefano de 1878, Moscú impuso la creación de un estado búlgaro, pero las potencias europeas temieron la creación de un satélite ruso en los Balcanes.

En el Congreso de Berlín, celebrado en 1878, las potencias acordaron la creación de la "provincia autónoma" de Rumelia al sur, subordinada nominalmente al sultán, y del estado de Bulgaria al norte, mientras Macedonia seguía dentro del Imperio Otomano. La ley orgánica y la elección del gobernante del nuevo estado quedaron a cargo de una asamblea de notables.

La Constitución aprobada por esa asamblea, una de las más liberales de la época, instauró una monarquía parlamentaria. El príncipe elegido después, Alejandro de Battenberg, nieto del emperador Alejandro II de Rusia, asumió el trono de Bulgaria en julio de 1878 con el juramento de cumplir la Constitución, pero la suspendió dos años después.

El príncipe formó un gobierno dictatorial, encabezado por el general ruso Leonid Sobolev y sectores conservadores. La muerte del emperador ruso modificó la conducta de Alejandro, inclinándolo más por las aspiraciones búlgaras. En 1885, apoyó la rebelión de los liberales en Rumelia, que sustituyeron al gobernador y proclamaron la unión con Bulgaria.

Los tratados de Bucarest y de Top-Khané, firmados en 1886, reconocieron al príncipe Alejandro como gobernador de Rumelia y Bulgaria, pero fue llevado por la fuerza a Rusia y obligado a abdicar. Buscando a alguien que Rusia y el resto de Europa aceptaran, los búlgaros designaron finalmente a Ferdinando de Saxe-Coburg-Gotha.

Superada la desconfianza inicial, con el apoyo de Viena, Londres, Roma y Rusia, Ferdinando se centró en la reunificación de los búlgaros que, por el acuerdo de Berlín, quedaron en otros países. En una coyuntura internacional favorable, el príncipe proclamó la independencia de Bulgaria en 1908, anulando la dependencia nominal de Turquía.

En 1912, Bulgaria firmó acuerdos militares secretos con Grecia y Serbia. En octubre de ese año, Montenegro declaró la guerra a Estambul y fue seguido por los aliados de los Balcanes. En mayo, Turquía firmó la cesión de sus dominios europeos, por encima de una línea entre Enos, en el mar Egeo, y Midia, en el mar Negro.

Los aliados no concordaron en el reparto efectuado; Bulgaria se enfrentó con Grecia y Serbia, a los cuales se sumó Rumania. La segunda Guerra de los Balcanes terminó rápidamente con la derrota búlgara. En Bucarest, en agosto de 1913, Macedonia fue dividida entre Grecia y Serbia. Rumania se quedó con una rica región del norte de Bulgaria.

El gobierno búlgaro abandonó, desde 1913, la tradicional diplomacia prorrusa del país y se aproximó a Alemania. Al estallar la Primera Guerra Mundial, a pesar de las victorias contra Serbia, la población y el ejército desaprobaban esa política. Ferdinando se rindió a los aliados en 1918 y abdicó en favor de su hijo Boris.

Bulgaria fue desarmada y obligada a pagar una indemnización, aparte de sus pérdidas territoriales. Restablecida la Carta de 1878, en las elecciones de 1920, la reacción popular contra la guerra dio al Partido Agrario una amplia mayoría. El gobierno implantó una reforma agraria, copia del modelo soviético, aunque en el país los comunistas fueron perseguidos.

Bulgaria se integró a la Sociedad de Naciones y practicó una diplomacia de conciliación, pero las pérdidas territoriales y la presión de los búlgaros fuera del país renovaron la tensión con sus vecinos. En 1923, Aleksandur Stamboliyski, líder de los agrarios y jefe del gobierno, fue derrocado y asesinado por una conspiración de macedonios y opositores.

Aleksandur Tsankov asumió el gobierno al frente de una alianza partidaria de la que fueron excluidos liberales, comunistas y agrarios. Los levantamientos y acciones armadas de la oposición provocaron centenares de ejecuciones y asesinatos. El gobierno decretó la ley marcial y reforzó el ejército para impedir una insurrección general.

En 1926, Tsankov renunció en favor de Andrei Liapchev, líder del Partido Democrático, para dar lugar a una política más liberal. El gobierno adoptó una amnistía parcial y permitió la reorganización del Partido Agrario. En 1932, el gabinete de Liapchev incluyó a integrantes de los partidos Democrático, Liberal y Agrario, el llamado Bloque Nacional.

En 1934, con temor por los efectos de la depresión económica mundial y alentado por sus vecinos, el rey Boris III apoyó la acción del grupo conservador Zveno para deponer a Liapchev e instaurar una dictadura, que proscribió todos los partidos políticos, impuso la censura de prensa, cerró universidades y creó un movimiento juvenil de ultraderecha.

Bulgaria redujo la tensión con Turquía y, en 1937, firmó un acuerdo de paz y amistad con Yugoslavia. Al año siguiente, firmó un pacto de no agresión con la alianza balcánica, a cambio del rearme del ejército búlgaro. Al mismo tiempo que el rey se acercaba nuevamente a Alemania, recobró fuerza la aspiración de que Bulgaria volviera a sus antiguas fronteras.

En 1940, Alemania obligó a Rumania a devolver la región búlgara ganada en la segunda Guerra de los Balcanes. Bulgaria firmó el pacto anti-Komintern y las tropas alemanas montaron en su territorio bases contra Grecia y Yugoslavia. En compensación, tropas búlgaras ocuparon después la Tracia griega y la Macedonia yugoslava, así como parte de Serbia.

Sin embargo, Bulgaria se negó a declarar la guerra a la Unión Soviética. El rey Boris fue asesinado y se formó un nuevo gobierno proalemán. La resistencia antinazi que iba en aumento, liderada por los comunistas, contribuyó a que en 1942 se formara el Frente Patriótico, al que se unieron republicanos, agrarios de izquierda, demócratas e independientes.

En mayo de 1944, paralizado por la guerra civil, renunció Boshilov, jefe del gobierno proalemán, y fue sustituido por Bagrianov, quien buscó un acuerdo con los Aliados, mientras las tropas soviéticas avanzaban hacia el Danubio. En agosto, Bulgaria se declaró neutral y ordenó el desarme de las tropas alemanas que ocupaban su territorio.

La URSS y el Ejército Rojo entraron en territorio búlgaro, mientras la resistencia convocaba a la insurrección. El 8 de setiembre, las tropas del general Kyril Stanchev tomaron la capital y el Frente Patriótico formó un gobierno encabezado por el republicano Kimon Georgiev.

En octubre de 1944, Sofía firmó la paz con los Aliados. Las tropas búlgaras, bajo el mando soviético, colaboraron en la derrota de las fuerzas alemanas en Hungría, Yugoslavia y Austria. A lo largo de 1945, los juicios por crímenes de guerra dictaron 2.680 condenas a muerte y 6.870 sentencias de prisión.

En marzo de 1945, retornó de Moscú el líder comunista Giorgi Dimitrov, tras pasar varios años en la dirección del Komintern. Pocos meses después, se desató una crisis y las inminentes elecciones fueron postergadas.

En el referéndum de setiembre de 1946, 92% del electorado aprobó la creación de la República de Bulgaria. En las elecciones de octubre, el Frente Patriótico obtuvo 364 bancas (70,8% de los votos), 277 pertenecientes al Partido Comunista (PCB). En noviembre, Dimitrov asumió el cargo de primer ministro del nuevo gobierno.

En 1947, el Reino Unido y Estados Unidos reconocieron al gobierno, la Asamblea Nacional ratificó el tratado de paz con los aliados, entró en vigor la nueva Constitución y, al final del año, las tropas soviéticas abandonaron el país. Luego de pasar a la oposición, algunos ex líderes del Frente Patriótico fueron detenidos y condenados a muerte por conspiración.

Dirigido por el PCB, el estado búlgaro adoptó el modelo económico-social de la Unión Soviética. Se emprendió una industrialización acelerada, sin considerar la falta de materias primas y de preparación técnica de la mano de obra, mientras en el campo se impuso la colectivización forzada.

Dimitrov renunció al gobierno en marzo de 1949 y falleció en julio de ese año. Vulko Chervenkov lo sucedió en la dirección del gobierno primero y del partido después. En marzo de 1954, Todor Zhivkov fue nombrado primer secretario del PCB y asumió el cargo de primer ministro en 1962. Bulgaria se convirtió en el más estrecho aliado de la URSS entre los países miembros del Pacto de Varsovia y en 1968 acompañó a las tropas soviéticas en la intervención en Checoeslovaquia.

Durante la década de 1980, Bulgaria fue acusada de ejercer una política de asimilación forzada con la minoría turca residente en su territorio (10% de la población total). En 1986, Sofía rechazó la denuncia de Amnistía Internacional según la cual más de 250 turcos habían sido detenidos o encarcelados por negarse a aceptar nuevos documentos de identidad.

En 1988, Bulgaria y Turquía firmaron un protocolo sobre relaciones económicas bilaterales, pero el diálogo sufrió una interrupción al año siguiente, cuando se supo que la milicia búlgara había reprimido con violencia a unos 30.000 turcos que protestaban contra la política de asimilación.

En junio de 1989, más de 80.000 turcos fueron expulsados de Bulgaria. Turquía prometió recibir a todos, pero a fines de agosto cerró la frontera, cuando unos 310.000 turco-búlgaros habían entrado en su territorio, 30.000 de los cuales volvieron a Bulgaria.

En noviembre, el grupo Ecoglasnost efectuó ante la Asamblea Nacional la mayor manifestación de la posguerra contra el proyecto de una central nuclear en una isla del Danubio, por tratarse de una zona de terremotos, y contra la construcción de una represa en una de las reservas naturales más importantes del país.

En diciembre, unos 6.000 miembros de la comunidad de Pomak, minoría musulmana de unos 300.000 integrantes, exigieron libertad religiosa y cultural.

El Comité Central del PCB sustituyó a Zhivkov en el cargo de secretario general, que había ocupado durante 35 años, por Petur Mladenov, considerado un partidario de la liberalización del régimen. En diciembre, Mladenov sustituyó también a Zhivkov como presidente del Consejo de Estado.

La Asamblea Nacional levantó la prohibición de efectuar manifestaciones antigubernamentales y otorgó una amnistía para los detenidos. Aumentaron las manifestaciones que exigían reformas y elecciones. La presión social forzó la enmienda de la Constitución y la introducción de una ley electoral que permitiera la realización de elecciones.

En marzo de 1990, la Unión de Fuerzas Democráticas (UFD), de 16 partidos opositores, y el oficialismo acordaron elegir una Asamblea Constituyente. En las votaciones de julio, el Partido Socialista Búlgaro (ex PCB) resultó victorioso. En octubre, el PSB tuvo que formar un gobierno de coalición presidido por Yelio Yelev, disidente en los años setenta y líder del ala socialdemócrata de la UFD.

El nuevo gobierno de coalición adoptó un programa de reformas económicas, en consulta con el FMI y el Banco Mundial, y acordó con los sindicatos una "paz social" por un período de 200 días, hasta la puesta en marcha de las reformas.

En julio de 1991 fue aprobada la nueva Constitución, que estableció un sistema parlamentario, y consagró la inviolabilidad de la propiedad privada y la libertad de opinión. Tras las elecciones de octubre, el Parlamento designó primer ministro a Filip Dimitrov, alejado de los socialdemócratas y "verdes" fundadores de la UFD, por el apoyo de la derecha de la coalición opositora y del Movimiento por la Libertad y los Derechos Humanos, MDL, (de la minoría turca).

En las elecciones de enero de 1992, con la participación de 75% de los habilitados, Yelev fue elegido presidente de la República. El líder de la transición política y de la apertura hacia Occidente obtuvo 54,4% de los votos en la segunda vuelta electoral, derrotando al candidato del PSB, Velko Valkanov.

En junio, Bulgaria entró en el Consejo de Europa. En el curso de este año, el ex líder comunista Todor Zhivkov, tres ex primeros ministros y otro antiguo miembro de gobiernos anteriores a 1991 fueron detenidos, tras ser acusados de corrupción en el ejercicio de sus funciones. La situación económica llevó al MDL a retirar su apoyo a Dimitrov, lo que causó la caída de su gabinete.

Liuben Berov, del MDL, sustituyó a Dimitrov. El nuevo primer ministro se dijo dispuesto a restituir a la minoría turca las tierras que le fueron confiscadas por los comunistas. La transición de la economía planificada al libre mercado siguió siendo difícil y provocando situaciones paradójicas. Así, al desmantelarse las cooperativas agrícolas, dos millones de cabezas de ganado que los flamantes establecimientos privados no podían absorber fueron sacrificadas.

Al dejar la ex URSS de comprar dos tercios de las exportaciones búlgaras, el comercio exterior se redujo sensiblemente. Además, las sanciones impuestas por la ONU a la vecina ex Yugoslavia hicieron perder a Bulgaria 1.500 millones de dólares. En 1993, Berov prosiguió las reformas para instaurar la economía de mercado a un ritmo considerado excesivamente lento por el FMI, lo que provocó cierta tensión entre Sofía y el organismo internacional.

Sin embargo, Berov logró mantenerse en el poder hasta mediados de 1994, gracias al apoyo del MDL, el PSB y la Nueva Unión para la Democracia, un grupo escindido de la UFD. Los restantes miembros de esta coalición opositora acusaron en varias oportunidades al primer ministro de querer "restaurar el socialismo". Además, los desacuerdos entre Berov y el MDL en temas relativos a los derechos y la situación social de los búlgaros de origen turco debilitaron aún más al gobierno.

En junio de 1994, Berov hizo sancionar la ley de privatizaciones; tres meses más tarde presentó su renuncia. Tras tres intentos fallidos de formar un nuevo gobierno, el presidente Yelev disolvió el Parlamento y llamó a nuevas elecciones. El PSB conquistó la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional -125 bancas sobre un total de 240- en los comicios realizados en diciembre, mientras que la anticomunista UFD obtuvo 69 escaños.

En enero de 1995, el líder socialista Zhan Videnov, de 35 años, formó un nuevo gobierno en el que incluyó a miembros del PSB, la Unión Nacional Agraria Búlgara y el Club Político Ecoglasnost. Fue el primer gabinete en la historia de la Bulgaria poscomunista que gozó de mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Los desacuerdos entre el nuevo gobierno y Yelev se multiplicaron. En julio, el presidente criticó la lentitud del gobierno en las reformas dirigidas a instaurar una economía de mercado y sugirió que el PSB estaba "genéticamente conectado" con el crimen organizado, por lo cual el gobierno de Videnov era incapaz de erradicarlo.

Petar Stoyanov, de la Unión de Fuerzas Democráticas, ganó la primera vuelta de las elecciones presidenciales en noviembre de 1996 y un mes más tarde venció al candidato socialista Ivan Marazov en la rueda definitiva. Acosado por sus enemigos políticos, el primer ministro Zhan Videnov renunció en diciembre. Los grupos conservadores que apoyaron a Stoyanov pidieron la renuncia del gobierno, sostenido por la mayoría parlamentaria de los socialistas y sus aliados. Una serie de manifestaciones públicas en la capital y otras ciudades pidieron la convocatoria a nuevas elecciones legislativas. En enero de 1997, luego de comprometerse a adelantar los comicios previstos para 1998, Stoyanov asumió la presidencia.

La elecciones legislativas tuvieron lugar en abril de 1997 y dieron el triunfo a la Unión de Fuerzas Democráticas. El nuevo gobierno puso en marcha una política económica netamente neoliberal, siguiendo las pautas dictadas por el FMI, que preveía la privatización de empresas estatales consideradas deficitarias y la eliminación de 60.000 puestos de trabajo en el sector público. Con el fin de reducir la inflación, se liberalizaron los servicios. En mayo de 1998 se eliminaron los subsidios al sector agrícola y se anunció la privatización de la empresa estatal de telecomunicaciones, varios bancos y la línea aérea búlgara. El gobierno declaró que su objetivo sería el equilibrio fiscal. Pocas semanas después el FMI acordó entregar un préstamo de 800 millones de dólares.

En noviembre de 1999 la UE anunció que se buscarían soluciones para la sustitución de la planta nuclear de Kozloduy, que producía 45 % de la energía eléctrica del país. Según el acuerdo alcanzado, los reactores de construcción soviética serían cerrados entre 2003 y 2006.

El ex rey Simeon II, quien fuera coronado rey a la edad de seis años (1943-46) lanzó en abril de 2001 la fuerza política Movimiento Nacional Simeon II. Al triunfar en las elecciones parlamentarias y asumir como primer ministro en julio, Simeón Saxe-Coburgo se convirtió, así, en el primer ex monarca de Europa Oriental en regresar al poder. En su campaña, además de declarar que en su agenda no se encontraba la restauración de la monarquía, Simeón se había comprometido a poner fin a la pobreza, el desempleo y otros males que han asfixiado a Bulgaria luego de la caída del comunismo.

Bulgaria es actualmente el primer centro de acceso a Occidente de heroína y cocaína proveniente de Asia. 58 Al cumplirse 100 días de la asunción de Simeón, una manifestación de miles de personas, insatisfechas por el no cumplimiento de sus promesas, sacudió la capital. Ese mismo mes, el líder del Partido Socialista, Georgi Parvanov fue elegido presidente. Esta fue la elección con menor participación de votantes desde la caída del comunismo (41%).

Bulgaria, lo mismo que Rumania, aspira a ingresar a la OTAN. Este organismo convocó a ambos países a participar como invitados en la cumbre de Viena de fines de 2002. En el 2003, la OTAN manifestó su intención de iniciar el traslado de sus bases militares de Alemania a la zona de Bulgaria y Rumania en el correr de 2004.

En marzo de 2003, el gobierno, luego de infructuosos intentos para aprobar una resolución de ONU que autorizaba el uso explícito de la fuerza en Irak, se unió a las fuerzas de coalición, con EEUU y Gran Bretaña para atacar militarmente a ese país.

En octubre, se realizaron elecciones locales. El PSB resultó ganador, con el 33% de los votos, seguido por la UDF con el 21%, mientras que el partido de Simeón recibió el 10%. La participación en los comicios no alcanzó el 40%. Las elecciones presidenciales están fijadas para el año 2005.

En diciembre se publicó un informe acerca del tráfico de personas en el sureste de Europa, elaborado en conjunto por ONU, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), y el Pacto para la Estabilidad del Sureste de Europa. El informe, que se dio a conocer en Viena (capital de Austria), denunció la situación de Bulgaria (además de Albania, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Serbia y Montenegro, Moldova y Rumania). Según el documento, a pesar de las reformas legislativas y la cooperación policial de los gobiernos europeos, el tráfico humano continuó en aumento. El estudio señaló la falta de protección legal de las víctimas que llegaban a testificar contra sus traficantes y criticó la falta de protección; las personas traficadas eran en su mayoría mujeres y niños.

En abril de 2004, Bulgaria (junto a Estonia, Lituania, Letonia, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia), ingresó como nuevo miembro de OTAN; ésta fue la más grande expansión de la organización desde su creación (1949), y levó a 26 el número de países miembro. La opinión pública búlgara fue favorable al ingreso a la organización. Jaap de Hoop Scheffer (secretario general de OTAN), señaló, durante la ceremonia realizada en Bruselas, que la reunión sería "franca y productiva".

En mayo, luego de una ampliación histórica de la UE, (diez países de Europa central y mediterránea), Bulgaria continuaba su proceso de acceso a la organización, previsto para 2007. El gobierno del presidente Parvanov había comenzado las reformas políticas que facilitarían el acceso a la unión

En junio, dos ciudadanos búlgaros fueron secuestrados en Irak. Georgi Lazov y Ivaylo Kepov, ambos camioneros, fueron capturados cerca de Mosul (ciudad situada a casi 400 Km. al norte de Irak), por milicias rebeldes iraquíes; los captores exigieron la liberación de todos los presos iraquíes en manos estadounidenses.

En julio, el gobierno informó que uno de los dos rehenes había sido ejecutado. La noticia fue divulgada previamente por la cadena televisiva árabe al-Jazeera. El gobierno, previo al asesinato, envió a Irak una misión diplomática para negociar la liberación de los rehenes. Alrededor de 500 soldados estaban destacados en la localidad de Kerbala, al sur de Bagdad. El gobierno, a pesar de la muerte del rehén, mantuvo su contingente militar en Irak.

En agosto, el gobierno confirmó el hallazgo de los cuerpos de Ivaylo Kepov y de Georgi Lazov en el río Trigris que atraviesa Irak, Siria y Turquía.

 

 

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